…Cuatro días antes de morir, Machado, muy grave, fue visitado por el doctor Cazaben, a instancias de Mme. Figueres. Le recetó algunas medicinas y les comunicó que no se podía hacer nada. Aquellos cuatro días últimos estuvo muy agitado e inquieto. Se veía morir. A veces se le oía decir: “¡Adiós, madre, adiós, madre!”, pero su madre, en la cama de al lado, estaba sumida en un coma profundo. Mme. Figueres refería así uno de sus últimos recuerdos de Don Antonio y Doña Ana Ruiz: “(…) estuvo dos días en agonía. Les llevé la botella de champán que tenía reservada para cuando pudieran conocerse don Antonio y mi hijo. Les mojé los labios a los dos. Estaba consciente, me miraba y me dio las gracias con una sonrisa (…)”…